Los vientos y las condiciones atmosféricas adversas han marcado la apertura de esta nueva edición de la feria del Libro de Madrid, dejando una mañana agitada y trastocando los protocolos de inauguración. Pero a pesar de todo la feria ha echado a andar, las casetas han levantado sus trapas para que se acerquen los lectores y en los pabellones ha comenzado a desarrollarse el amplio programa de actividades preparado para este año.
Y de acuerdo con el refrán de a mal tiempo buena cara, el Pabellón Infantil ha abierto sus puertas con música en la actividad Leer, cantar y soñar con nanas patrocinada por la editorial Nube ocho, una propuesta para todas las edades que resalta el valor de la palabra cantada y pone de manifiesto la importancia del oído como primera puerta de acceso a la palabra, las rimas, nanas, canciones, poemas, retahilas y primeras historias en las edades más tempranas. En este arranque musical hemos estado acompañados por la escritora Luisa María Martín, el ilustrador Antonio Suárez y los intérpretes Puri Noja, Tina Pavón y Carmelo Picón.
También se ha caldeado la tarde con la propuesta de la editorial Los cuatro azules, que ha patrocinado la actividad dirigida por Carmen Segovia, ilustradora de Los bichos bola, obra escrita por Luisa Fontán. El taller de ilustración ha resultado muy participativo y la propuesta de construir bosques ha dado lugar a la creación de espacios muy variados, desde los habitados por monstruos a los poblados de árboles de cuyas ramas brota el dinero.
La lluvia ha llevado también a muchos visitantes de la feria a recalar en el Pabellón Infantil y a descubrir las historias que encierran los numerosos libros donados por numerosas editoriales para la exposición de novedades y que estarán a disposición para su lectura durante estas tres semanas que dura el evento.
Muchos han sido, en definitiva, los chicos y grandes que han traspasado la línea de árboles que rodean y envuelven el Pabellón Infantil y se han adentrado en el bosque que se recrea en su interior, en el que se encuentran muchas sorpresas que invitan a buscar personajes perdidos de los cuentos o a saber más sobre los vampiros.
Así, entre la lluvia y el calor de los libros e historias, ha concluido el primer día de esta nueva edición de la feria en este bosque literario en el que se rinde homenaje a Rumanía. Un cálido día de estreno pese a las inclemencias del tiempo que augura una buena travesía.