Dice el profesor Juan Mata que hay que leer a los hijos, con los hijos y ante los hijos, toda una declaración preposicional que encierra la mejor pauta para despertar el interés y la curiosidad por las historias, los libros y la lectura desde edades tempranas.
La pregunta de cómo hacer a los niños lectores ronda en la cabeza de muchas madres y padres, muchas veces sin reparar que las estrategias básicas están al alcance de su propia mano, y son tres, como en los cuentos: elegir una buena libro, hacer un hueco en el tiempo y compartir la lectura, impregnada de afecto, con nuestros hijos de forma regular.
Al ver estas imágenes tomadas en el Pabellón Infantil de la Feria del Libro de Madrid se percibe la magia, la complicidad y el afecto que tiñe la lectura. Y con la particular circunstancia de que en los tres casos es la figura masculina la protagonista en la relación con los hijos, algo que no es excepcional, por supuesto, pero sí menos frecuente; más habitual es ver este tipo de escenas, sean en la calle, la biblioteca o en el propio hogar, con la figura de la madre con los hijos en su regazo.
Compartir espacio, tiempo y lectura es algo fácil y no cuesta dinero, pero tiene muchos réditos, refuerza el vínculo entre el adulto y el niño y entre este y el libro, nada menos. Toma buena nota y busca un hueco, en el Pabellón Infantil ponemos los libros y el espacio, el tiempo lo pones tú, ¡ven a leer a, con y ante tus hijos!