Representantes de 25 ferias del libro se reúnen para compartir experiencias y analizar futuras posibilidades de colaboración
El jueves 26 de mayo, vísperas de la inauguración oficial de la Feria del Libro de Madrid, en la Biblioteca Municipal Eugenio Trías, de 11:00 a 14:00, tendrá lugar el encuentro de una treintena de ferias del libro de toda España para intercambiar opiniones y experiencias y explorar posibilidades de colaboración.
«De momento, se trata de conocerse y colaborar, de trabajar en red. Y, tras esta reunión, sabremos si queremos y necesitamos algo más», señala Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid.
Desde que se incorporó al puesto, Orúe ha hablado con compañeros de otras ferias sobre la posibilidad, incluso la necesidad, de colaborar, de compartir experiencias, de contar cómo trabajan, de acceder a otras formas de hacer las cosas. Por ello, entre otros asuntos, se tratará sobre las distintas modalidades de organización que tienen las ferias del libro españolas (dependientes de concejalías de cultura o asociaciones de librerías, o gestionadas por empresas especializadas), de lo peculiar del caso de Sant Jordi (una feria en un día), de las que organizan las ventas en una caja única, del papel de los editores, de la gestión de las colas, de accesibilidad y sostenibilidad, o de las dificultades que entraña poner en pie un evento de estas características en un lugar alejado de la península.
Han confirmado su presencia representantes de Andalucía (Sevilla, Granada, Huelva, Jaén, Málaga, Almería y Torremolinos), Asturias (Oviedo y Gijón), Aragón (Teruel, Zaragoza), Canarias (Las Palmas, Tenerife), Cantabria, Castilla-La Mancha (Talavera de la Reina, Toledo), Castilla y León (León, Valladolid, Soria, Zamora), Cataluña, Comunidad Valenciana (Valencia), Galicia, Madrid y Murcia.
Las ferias que se organizan en toda España, tanto las que están a cargo de los ayuntamientos directamente como las que dependen de los gremios de librerías, —pasando por las que se confían a empresas especializadas, independientemente de sus formas jurídicas—, son en esencia iguales: populares, no profesionales. «Son momentos relevantes en los calendarios de sus respectivas ciudades y comunidades. Y tienen una importancia económica que trasciende el recinto en el que se celebran», advierte Orúe. En opinión de la directora de la Feria del Libro de Madrid, «no se trata de sacar pecho, que también, pero queremos reivindicar nuestro papel en la vida cultural, social y económica».