Abrimos ya la última crónica de navegación en este cuaderno de bitácora que comenzamos diecisiete días atrás cuando en el Pabellón Infantil de la Feria del libro de Madrid levamos anclas en pos de mares literarios. Llega la marea baja para este mar que ha bañado las costas del Retiro a lo largo de más de dos semanas en las que la el paseo de coches se inundó de libros y de gentes curiosas, muchos ciudadanos, grandes y chicos, que llenaron casetas y pabellones.
Ese mar que envolvió al Pabellón Infantil fue creciendo con las ilustraciones iniciales de la ilustradora dominicana Taína Almodóvar y las aportaciones de los propios niños y niñas que hasta el final de la feria han seguido enriqueciendo el exterior de la carpa con sus particulares estampas y personajes marinos.
Y atrás quedan las numerosas actividades, cerca de un centenar, que estos territorios de lectura han acogido, las mañanas de los grupos escolares y las tardes de visitas familiares en las que niños y niñas han tenido la oportunidad de encontrase con muchos escritores e ilustradores; de escuchar historias de todos los confines, de escribir, de dibujar, de crear objetos, de experimentar, moverse, danzar y cantar.
Experiencias todas ellas que han llenado de palabras, colores e historias un año más esta carpa infantil y que lo volverán a hacer de aquí a un año. Mientras tanto, hay que seguir alimentando la vista y el oído con más historias. Para ello las bibliotecas y las librerías permanecen abiertas todo el año, a la espera de ojos y oídos curiosos e insaciables.
Hoy, en la despedida, por el Pabellón Infantil han pasado muchos amigos y amigas, como May R. Ayamonte, que ha jugado con los visitantes al famoso juego de ¿Quién es quién? Juntos han descubierto personajes emblemáticos del mundo de los libros de la mano de la Happy Academia de las Letras de McDonald´s. También hemos recibido otra visita del Hada Adormilada, esta vez para contar la historia de Las pirañas no comen bananas de la editorial Anaya.
Una actividad para todos los públicos en la que no ha faltado tampoco la creación plástica de los participantes. Para acabar la mañana y también con el patrocinio de Anaya, Raquel Díez Real contó un cuento del que es autora: El piojo saltarín en la biblioteca y puso a los niños y niñas a bailar.
La última tarde de la feria empezó con las Páginas en blanco de un libro. Un cuento al que Laboratoria dio vida de forma poética ante los ojos de los niños. Con la magia de la lectura y del teatro, ante la mirada atenta de los asistentes surgieron las ilustraciones y los personajes tomaron vida.
Ya al cierre, una nueva sesión de Margarita del Mazo, autora y narradora, que en esta ocasión contó a los niños el cuento El grito. Una historia hilarante de terror con el patrocinio de Takatuka ediciones.
Y este es el cuento de la banasta, y con esto basta… Nos despedimos hasta dentro de un año y os deseamos a todos y a todas buenas y ricas lecturas.
¡Nos vemos en el Pabellón Infantil en la 79ª Feria del Libro de Madrid, allá por la primavera de 2020!